miércoles, 29 de julio de 2009

Reinhold Roth

Voy a estrenar este blog con uno de los momentos que más me impactaron cuando era pequeño. Fue el brutal accidente que se produjo en la carrera de 250cc en el GP de Yugoslavia de 1990 (en Rijeka) y que casi se lleva por delante la vida de uno de los mejores pilotos de la categoría, el alemán Reinhold Roth.




Aquí os dejo un texto que he encontrado por internet sobre su carrera deportiva.

Reinhold Roth nació el 04 de Marzo de 1953 en un pueblo llamado Amtzell de unos 3500 habitantes, perteneciente al distrito (LandKreis) de Ravensbürg y al Estado Federado de Baden Württemberg.

A partir de 1979 se incorpora al Mundial de Motociclismo.

En 1980 continúa con sus precarios medios y su Yamaha, participando en 250 cc disputando un total de 5 GP.

Fue cambiando de montura y de categoría (en 1982 particpó en 5 GP con Suzuki y en 1984 corrió 12 Grandes Premios con Honda)

Finalmente en 1987 le llegó la oportunidad de incorporarse al equipo de HB que por entonces dirigía Dieter Stappert, el mismo que la temporada 2007-2008 dirigirá el segundo equipo KTM de 125 cc con Stefan Bradl y Michael Ranseder de pilotos.
Con esta formación, consiguió su primer Gran Premio en Francia, en el circuito de Le Mans, logrando finalmente el subcampeonato, por detras de su compatriota Anton Mang.

En 1988 tuvo una lesión al caerse en una carrera no puntuable para el Campeonato del Mundo, a la que acudía como invitado. Sin embargo y, a pesar, de la fractura de la pierna que se ocasionó, participo en 14 pruebas, consiguiendo el 5º puesto en la clasificación final del Campeonato del Mundo de 250.

En 1989 con Honda y el equipo HB (con Helmut Bradl de compañero) ganó otras dos carreras (Assen y Brno) terminando la temporada como subcampeón por detrás de Sito Pons.

Para 1990 tenía grandes proyectos, iba octavo del Mundial con un total de 52 puntos, en uno de los mundiales más disputados por la igualdad de los pilotos/maquinas. Había conseguido un 4º en USA un 5º en Austria, el 6º de Yugoslavia y dos 7º puestos en Alemania e Italia. En Japón y España (por una caida en los entrenamientos) no puntuó.
Sus proyectos se truncaron ese 17 de Junio. Un día aciago, en el que sus ilusiones se vieron frustradas. Consecuencia de las graves lesiones que padeció fueron los varios meses que estuvo en coma y que finalmente derivaron en una invalidez permanente.


Aquí teneis una noticia del periódico El País de 1990.

El piloto alemán Reinhold Roth sigue aferrándose a la vida en una habitación del hospital de Ravensburg (RFA). Víctima de uno de los accidentes más graves y absurdos de la temporada más desafortunada del último decenio, el veterano piloto, de 37 años, ya no necesita aparatos para respirar, e incluso es sacado del coma de cuando en cuando por los médicos, que confían en una paulatina, aunque lentísima, recuperación. Mientras su mujer, Elfriede, vive horas de angustia junto a su cama, Mathias, su hijo, de seis años, cree que volverá para pasear con él en bicicleta.

Todo fue absurdo. Un piloto doblado, una carrera ya concluída y un accidente en una vuelta que ya no contaba, en el último año deportivo de uno de los mejores pilotos de la última década. El australiano Darren Milner (Aprilia), el hombre que provocó el trágico accidente, había conseguido el 372 tiempo en los entrenamientos oficiales y, por tanto, no tenía derecho a participar en la carrera del domingo 17 de junio en Rijeka (Yugoslavia). La caída del sábado y posterior renuncia a correr del holandés Wilco Zeelenberg (Honda) le dejó el último puesto en la parrilla de salida. El tiempo logrado por Milner estaba a más de seis segundos del norteamericano John Kocinski (Yamaha), pole position.

La carrera se disputó en unas condiciones climatológicas duras y concluyó tres vueltas antes del final debido a la lluvia. La vuelta en la que se produjo el accidente ya no contaba, pues la carrera concluyó en el anterior paso por meta, de ahí que Roth terminase sexto la prueba en la que enterró trece años de historia.

"Resulta lamentable e injusto", señala Kociriski, quien cuando se produjo el accidente iba escapado con Carlos Cardús y Luca Cadalora, "que la federación deje correr a individuos como Milner. Lo doblamos dos veces a lo largo de la prueba y puedo asegurar que en las dos ocasiones que le pasé iba de paseo, con la mano apoyada en su rodilla izquierda". Milner, en efecto, había decidido retirarse al darse cuenta de que empezaba a llover, pero con tan mala fortuna que se metió en el interior de una curva larga, que se traza en cuarta o quinta a tope.

Cuando el grupito de Bradl, Wimmer, Roth y Crivillé atacó la curva, Milner se había levantado de la moto e iba parado. "Yo marchaba el último", re cuerda Crivillé. "Se trata de una curva que tomas en cuarta a tope, es decir, a casi 200 por hora. Una curva larga, rápida donde vas metido dentro del carenado pues a la salida hay una recta. La moto vibra tanto que, a veces, cierras los ojos instintivamente del esfuerzo que haces para controlarla. Roth no vio a Milner y tal vez pensó que Bradl y Wimmer, que cambiaron de trayectoria para esquivar al australiano, habían cometido un error de trazada y quiso aprovechar el hueco creado en el interior de la curva para superarles, con tan mala fortuna que se encontró de golpe con Milner". La frente de Roth se estrelló en el cogote de Milner, de ahí la gravedad de las lesiones en la cabeza del piloto alemán.

Roth era, junto a Crivillé y el también alemán occidental Peter Ottl, uno de los hombres que más caídas había sufrido esta temporada. "Este año nos persigue la mala suerte", comenta el australiano Wayne Gardner (Honda), uno de los reyes de 500cc. "Todos hemos sufrido caídas, algunos de nosotros muy serias", añade. Gardner, obsesionado con acabar su carrera sin marcas en el cuerpo, sentencia: "Cuando te enteras de accidentes como el de Roth te preguntas: ¿Qué demonios hago aquí? Cuando me retire y pasen los años quiero enseñarles una foto a mis hijos y decirles: éste es papá con su Honda".

Mathias, el hijo de Roth, espera ansioso en su casa de Amtzell (RFA) junto a sus abuelos, que su madre llegue pronto con buenas noticias. Pero los médicos ven todavía muy remota esa posibilidad. Los progresos de Roth son lentísimos. Su esposa Elfriede conflia más que los médicos y, según algunas fuentes, sueña con una recuperación total de su marido, hecho que el doctor Claudio Costa, quien le operó, cree imposible: "Jamás volverá a ser el de antes. Eso es imposible. Si logramos que se levante, que ande como pueda, y hable a duras penas, estaremos hablando de un nuevo milagro de la medicina".

Los médicos se resisten a creerlo, pero Elfriede está convencida de que su marido ve. Los doctores dudan, y mucho. De lo que sí están convencidos es de que Roth mueve ligeramente los brazos y de que todas las intervenciones faciales que se le han hecho han resultado positivas.

"Pese a la gravedad del accidente", señala el doctor Costa, "Reinhold tiene intacto su sistema circulatorio y respiratorio, así como poco dañada la parte del cerebro más importante, la que le permitirá llevar una vida familiar normal en caso de que, en los próximos dos o tres meses, se produzca el salto cualitativo que todos esperamos".




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